Muchas personas y asociaciones que trabajan en este campo y que han elegido desmarcarse de la mentalidad contraceptiva (antinatalista) en algunos defensores de los métodos artificiales de planificación familiar han utilizado durante años términos como “regulación natural de la fertilidad”, “métodos de autodiagnóstico de la fertilidad” o “métodos de auto-observación” para designar métodos como el Billings o el Sintotérmico. Merece la pena recordar que estos métodos permiten a un matrimonio favorecer o espaciar un embarazo a través del conocimiento o reconocimiento de la fertilidad humana y del respeto por sus cambios cíclicos naturales.
Recomendamos, lo siguiente:
1) Cuando se trata de hablar de la fertilidad en general, sin pretender enseñar la utilización concreta de esos conocimientos sobre la fertilidad para favorecer, espaciar o evitar embarazos, recomendamos la utilización de los términos “Reconocimiento de la fertilidad” o “Conocimiento de la fertilidad”. Se trata, efectivamente, de hablar de la fertilidad en general y en concreto de los “indicadores de la fertilidad”. Además, evitaremos términos como “signos” y “síntomas” de fertilidad (que en medicina indican una enfermedad y que son menos apropiados ya que en realidad la fertilidad es una función saludable). La expresión “Reconocimiento de la fertilidad” es especialmente interesante porque supone que uno debe darse cuenta de algo que forma parte de su ser como persona pero que hasta ese momento había pasado desapercibido. Este término es especialmente apropiado siempre que se quiera dar una educación sanitaria en la población general o clases de educación afectivo-sexual a jóvenes. Es importante aclarar que en este caso el objetivo no es la planificación familiar (por ello no tiene sentido enseñar reglas de aplicación de ningún “método”) sino el mejor conocimiento del funcionamiento del cuerpo para valorar positivamente, y en cierta manera admirar, el don de la fertilidad. Esta capacidad de admiración prepara mejor a los jóvenes para respetar su fertilidad y para cuidarla responsablemente.
2) Cuando los conocimientos anteriores se quieren aplicar para favorecer, espaciar o evitar embarazos, se recomienda utilizar el término de “Planificación Familiar Natural” por ser más conocido, más internacional, por contener la palabra familia y porque la “planificación” no es incompatible con una libre, generosa y responsable paternidad ni con la aceptación de las situaciones imprevistas de la vida.
En todo caso es importante distinguir el conocimiento o “reconocimiento” de la fertilidad de la aplicación de este conocimiento para, de manera libre, conscientemente y madura, favorecer, espaciar o evitar embarazos.
Para una más amplia discusión sobre esta cuestión le recomendamos el enlace a la: Definición de PFN
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