Hace 50 años se autorizó en Estados Unidos la venta al público del primer anticonceptivo oral a base de hormonas. Desde entonces, millones de mujeres han usado la píldora, y se han podido conocer cada vez mejor sus efectos secundarios. Los estudios disponibles prueban que tiene riesgos más o menos importantes según el tipo de usuarias, y que estos riesgos no han desaparecido con las píldoras de última generación.
Qué sabemos sobre sus riesgos: cáncer y trastornos vasculares
La mejor perspectiva científica sobre los riesgos de los anticonceptivos hormonales se obtiene al repasar los metaanálisis, que integran todos los estudios realizados sobre un mismo tema.
Al final se obtiene una medida combinada que se llama riesgo relativo (RR): el número de veces que es más probable que se produzca una enfermedad en las consumidoras de anticonceptivos hormonales comparadas con las no consumidoras.
Si se comparan los RR encontrados en los distintos metaanálisis, se observa que el consumo de anticonceptivos hormonales, incluidos los de última generación, aumenta el riesgo de diferentes tipos de cáncer, como el cáncer de mama, el cáncer de cérvix o el cáncer de hígado. También aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial, tromboembolismo venoso, infarto de miocardio y accidentes cardiovascular.
Fuente: Aceprensa, 10 de febrero de 2010