Los jóvenes de hoy son probablemente los mejor preparados de la historia en muchos aspectos. Se ha procurado cuidar exquisitamente su autoestima desde la infancia a la edad adulta. Nunca han estado mejor informados sobre biología y sexualidad o preparados para utilizar las nuevas tecnologías. Tienen oportunidades diversas de viajar, conocer otras culturas y ambientes. Si uno es estudiante tiene a su disposición diversas becas para irse al extranjero y aprender diferentes lenguas. Si uno quiere dar su tiempo puede viajar y realizar acciones de cooperación en una ONG. Las opciones que se le ofrece para su ocio son múltiples y uno puede tanto pasear por centros comerciales al abrigo del calor, del frío o de la lluvia como probar a hacer "puenting" o visitar playas paradisíacas del caribe sin más motivo que "un viaje de estudios". Las actividades culturales son abundantes. Sin embargo, estos mismos jóvenes sufren más que nunca por temas relacionados con el enamoramiento, el amor y la sexualidad. ¿A qué se debe esta paradoja?
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